Queridos papá y mamá:
Gracias por haberme enseñado a ser un gran hombre. La mayoría de las personas que se hacen llamar padres se gritan, dicen groserías, faltan al respeto de diferentes maneras o pelean delante de sus hijos sin pensar en el daño que esto va a causar a lo largo de ese proceso de maduración que todo ser humano tiene en su vida, pero gracias a ustedes por no hacerlo o al menos no, enfrente de mí.
Gracias por no regañarme, gritarme, humillarme, por no golpearme, no hablarme con malas palabras, solo ni delante de los demás, gracias por solo llamarme la atención cuando mis actos lo ameritan y después de eso hablar bien conmigo, sé que hay muchos padres que no golpean a sus hijos físicamente pero si psicologicamente y ustedes no, ustedes solo alzan la voz cuando es necesario y después de eso siempre me dan un buen consejo y me regalan una sonrisa, gracias por ser amorosos pero firmes.
Gracias por enseñarme que tengo que poner en práctica todos esos buenos modales en la calle, en la casa, en cualquier lugar donde yo este presente. Por inculcarme todos esos valores: respeto, igualdad, fraternidad, solidaridad, dignidad, honestidad, respeto, honradez, libertad, responsabilidad, amor, sinceridad etc.
Gracias por hacerme ver las cosas como son, por aconsejarme para que yo me vaya por un buen camino y no fracase, por levantarme cada vez que caigo y enseñarme a que si me voy a tropezar mantener el equilibrio y no caer.
Gracias por dejarme en claro que tengo que hacer caso a las figuras de autoridad que hay en la escuela, por enseñarme a ser respetuoso y no contestar o no burlarme de los comentarios que mis compañeros hagan en burla hacia cualquier figura de autoridad en la escuela, hacia un compañero o hacia mí, por enseñarme a siempre ser paciente y no enojarme con facilidad, a no responder con violencia, a no hacer caso a las burlas o malos comentarios de mis compañeros hacia mí por enseñarme a que si esto pasa solo hablar de una manera correcta con mis maestros y si las cosas no se arreglan con mi compañero, simplemente de la mejor manera alejarme del núcleo del problema.
Papá, gracias por ser un buen proveedor en casa, gracias por nunca negarme dinero para comprar mis materiales de escuela, por no mandarme a trabajar, por dejarme vivir mis etapas como se deben, por no guiarme a irme de casa, por enseñarme que a la mujer se le tiene que respetar y que si hay un problema escucharla para conocer su punto de vista y tratar de llegar a un acuerdo. Por jugar conmigo, gracias por tratar de pasar tiempo conmigo apesar de que llegas cansado de trabajar, por contarme todas aquellas historias de cuando eras chico como yo.
Gracias a ambos, por no solo decir todas esas cosas si no ponerme el ejemplo, que es lo más importante- Todas y esas cosas más a mis 10 años me hacen sentir todo un hombre, apesar de los defectos que tienen y tengo nos entendemos y no nos juzgamos, hablamos y nos ayudamos. Eso me hace sentir muy orgulloso y me hace estar más seguro de que es lo que quiero ser cuando sea grande: Alguien, con tantas cualidades, sus cualidades.
Los quiero!
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Esta carta la escribí, por que hay muchas cosas que como padres no se deben hacer frente a los hijos y a los hijos, más si embargo las hacen.
Nadie nace con el Don de ser padre o madre, pero si es algo que poco a poco el tiempo te va enseñando, no somos perfectos pero toma en cuenta que cada acto para mal que el niño vea en su infancia va a afectar esa imagen que tiene hacia ustedes e incluso los verá no con respeto si no con miedo y podemos tener como secuela que cuando este en su etapa de adolescencia sea rebelde o muy inhibido ante la sociedad, así que si vamos a tener una discusión evitar que esta sea frente a nuestros niños y si les vamos a hacer un llamado de atención llevarlos a un lugar privado y hacerles saber que estan actuando mal.
Espero les haya gustado, son cosas muy importantes a poner en práctica.
Nos leemos en el siguiente tema.
Raúl Lozano
